El fin de las tarjetas de crédito, ojo, ¡que viene NFC!

En los pocos meses que llevamos de 2011 han ocurrido grandes cosas, otras menos grandes como el terrible terremoto en Japón, desde aquí envío mi más sentido pésame al país. Pero entre las cosas grandes que han ocurrido, hoy me quiero centrar en una tecnología que se va abriendo paso a paso un hueco en el mundo.
La tecnología de la que os hablo es el NFC. Y... ¿qué es el NFC? Pues son las siglas de Near Field Communication, es decir, comunicación de corta distancia. No es nada más ni nada menos que un protocolo de radio que opera en la banda de frecuencia de los 13,52MHz, para la cual no se necesita licencia alguna, que alcanza como máximo los 10cm de distancia.

A simple vista, parece que la tecnología no tenga mucha utilidad, se parece a los antiquísimos infrarrojos que venían en nuestros terminales de hace unos años. Pues nada más lejos de la realidad, pues esta tecnología puede ser explotada en gran cantidad de campos. Por esto mismo, Vodafone, Movistar y Orange han llegado a un acuerdo esta misma semana para impulsar el desarrollo de NFC en nuestro país. Beneficios para ellos que pretenden usar sus tarjetas SIM como método de seguridad, algo que explicaré más adelante.

Parece que nadie había oído hablar del NFC nunca, pero es una tecnología que ya tiene su tiempo, en Japón y otros lugares de Asia se usa para realizar pequeños pagos tales como, máquinas de refrescos, pequeñas transacciones, pagos de servicios públicos, etc... Una forma de dejar atrás la cartera y las monedas agujereándonos los bolsillos y cambiarlo por un pequeño y simple dispositivo que de manera tan fácil como acercarlo a la máquina y confirmar el pago se finaliza la operación en cuestión.

¿Y qué tienen que ver las "telecos" en todo esto? Pues muy sencillo, con la llegada de la nueva versión de Android 2.3 Gingerbread y el Nexus S con soporte nativo de NFC se ha hecho un revuelo de narices. Ahora todo el mundo quiere implementar el chip NFC en sus terminales ya que existe un sistema operativo que es capaz de gestionarlo y controlarlo. Incluso en los últimos días han corrido los rumores, aún cuando Apple personalmente ha negado los rumores, de que el iPhone 5 ya en proceso de ser construido iba a contar con soporte para la tecnología NFC.

¿Quiere decir ésto que en unos años vamos a despedirnos de las tarjetas de crédito? Pues quién sabe, pero puede que si. El elemento de seguridad que puede hacer estas transacciones más seguras como se adoptó en el acuerdo entre las "telecos" pueden ser las tarjetas SIM de toda la vida con alguna modificación, así, la identidad del que paga siempre está respaldada por la pertenencia de la tarjeta. Las tarjetas de crédito tal y como las conocemos no hacen más que ocupar sitio en nuestras carteras y billeteros, teniendo que escoger en cada pago con cuál vamos, a pagar, pasar la del Turyocio para los puntos... Si bajamos a por el pan no nos admiten tarjeta en el 99,99% de los establecimientos... Digamos adiós de una vez por todas a los métodos de pago arcaicos y abramos un poco los brazos al NFC.

Para impulsar la tecnología, Google personalmente se ha encargado en Nueva York durante esta semana de impulsar la utilización del chip NFC repartiendo bases de pagos en comercios de la ciudad. Lo que ocurre es que se necesita con urgencia que las empresas echen mano de la tecnología y se pongan de acuerdo para hacer un estándar global que nos permita hacer los pagos con un único aparato y no tengamos que llevar encima una veintena de chips distintos para cada marca o cada comercio.

En Europa quizá todavía falte algo más para que veamos por las calles los comercios preparados para esta tecnología, pero el campo está bien sembrado ya que Apple y Google fomentan la tecnología, pasos que han de seguir de inmediato los grandes fabricantes de terminales para incluir la tecnología en los nuevos modelos, y el resto del camino por andar lo tenemos nosotros, los usuarios. Nuestra intención de cambiar o no de terminal para adoptar la nueva tecnología es cuestión de tiempo.

Llegar al establecimiento, pedir una barra de pan, acercar el teléfono móvil al sistema de pago e irnos del establecimiento sin llevar cartera y  sin haber sacado otra cosa de los bolsillos sino el móvil que llevamos hoy y siempre encima quizá esté más cerca de lo que pensamos. El futuro está aquí, en una tecnología que los japoneses llevan usando durante bastante años.

Un saludo a mis lectores.